El psiquiatra, ¿ese gran camello?

En los momentos en los que me siento triste y deprimido es cuando me animo a buscar ayuda externa. Así pués llamo a mi hermana, a mis amigos... y unos minutos más tarde vuelvo a sentirme bien. En una de estas ocasiones pedí cita con un psiquiatra, al que acudí ayer Martes a las 17:15. Ya en la sala de espera había un hombre que me parecía más un toxicómano que una persona 'normal'. Probablemente no lo fuera, pero tenía una mirada desencajada (aunque esta expresión no quiera decir nada) y sus rasgos faciales estaban muy marcados. En todo caso el pasó antes que yo y, a los diez minutos o así, me hicieron pasar a mí.

Buenos días,
Buenos días,
Bueno a ver cuéntame,
Pués verá usted...

Básicamente le expliqué que aunque me encontraba bien en ese momento, tenía ciertas fases de depresión en las que me sentía triste y sin ganas de hacer nada. Estuvimos charlando sobre mi relación, sobre porque acabó y quien llevó a cabo la ruptura etc.. El buen señor me dijo lo mismo que mucha gente, que mire hacia delante, que no piense en el pasado y que me entretenga y divierta todo lo posible. Aunque hubo una diferencia, me recetó un medicamento. Y digo yo, ¿si le hubiera dicho que estaba todo el día mal y que tenía ganas de quitarme la vida, me hubiera recetado algo más fuerte?

El medicamento ahí está, encima de mi mesa, sin abrir, prometiéndome sedación y alegría.