jueves, mayo 18, 2006

Ola de calor, tsunami de odio

Marcos miró por la ventana. Su mirada estaba fija en el cielo, o más bien en las nubes que lo cubrían. No llovía, ni falta que hacía puesto que Marcos ya estaba llorando. Por su cabeza pasaban imágenes, recuerdos de tiempo mejores, y cuanto más feliz era el momento que recordaba más odio iba sintiendo. Quería matarle, matarse, hacerle sentir mal, seguir sintiéndose mal, para que esa sensación, que le sacaba de su habitual melancolía, se mantuviera. Marcos sabe perfectamente que ese tipo de pensamientos no son más que un remedio temporal y que no suelen llevar a ningún lado, pero Marcos se pregunta si sería capaz de llevar a cabo esas acciones si ese estado de ira y odio se mantuvieran el tiempo suficiente. Desde un cuchillo a un automóvil le brindarían dicha oportunidad.


No es que pretenda hacer nada de eso, simplemente tenía ganas de escribir. El 20 de mayo se cumple un mes desde que se acabó. Durante todo este tiempo sin duda he mejorado, lo cual me da cierta esperanza. Tras ver el cartel de FIB me he animado y me gustaría ir (van Nada Surf y Dyonisos) , el problema es que el también va a ir, y al tener amigos en común, me temo que o voy solo o voy con él y los demás. No sé si para entonces estaría preparado a ello, pero sé que actualmente no podría soportarlo.

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