Un año más
Ya soy mayor de edad en todo el planeta, por lo menos que yo sepa. Más allá del típico 'ya puedo ir a la cárcel' (en los Estados Unidos me temo que no es necesario ser mayor de edad para ello) no creo que tenga ninguna repercusión real sobre mi vida. Miento! A partir de ahora tendré que pagar más por el Abono de transporte. Más que 'abono joven', deberían crear el abono estudiantil, de forma que mientras estudies tengas derecho a una cierta reducción en el precio del transporte. Lo que para nosotros parece evidente (el tiempo dedicado a estudio no suele dar beneficios económicos inmediatos) para las empresas de transporte y los gobiernos autonómicos no lo es tanto.
Así, de pronto, dejo de ser joven y, sin embargo, mucha gente sigue llamandome con un diminutivo de mi nombre original. Estoy bastante seguro de que gran parte de la población española está o ha pasado por eso. A mi no me resulta especialmente molesto, pero si te llaman [nombre]itos que no esperen luego que actue de una forma madura y responsable. Hay que ser coherente con su discurso y no contradecir las expectativas de nuestras palabras con expectativas personales.
En todo caso yo tengo claro que la edad es un concepto más abstracto que real. Tan solo hay que observar las diferencias entre personas de la misma edad, hombres que parecen chicos, chicas que parecen mujeres etcétera... Sin embargo la edad condiciona el comportamiento (véase por ej mi referencia anterior al transporte público) en ámbitos tan dispares como la sexualidad o la motivación.
La sexualidad: En edades inferiores a los 20 años las diferencias de edad entre dos personas condicionan mucho, tanto las probabilidades de coincidir en un mismo lugar como de llegar a conocerse. De esta forma resulta dificil que yo, con 21 años, vaya a conocer a personas de 16 años (a menos que sean de mi familia). No es solo porque, por nuestra edad, ninguno de los dos se interese en el otro, sino que es altamente probable que no se tengan puntos en común. Con una diferencia de tan sólo 4 años, dos personas habrán visto series infantiles diferentes, tendrán un balance de experiencias distinto provocando así una brecha casi generacional entre uno y otro.
La motivación: A partir de cierta edad, el conjunto de objetos que nos motivan varía y tiende a reunir ciertas características comunes, que son la estabilidad amorosa, la estabilidad laboral y, por último, la estabilidad emocional. Si bien la primera y la última estan muy cercanas la una de la otra, se diferencian principalmente en que la estabilidad amorosa requiere por lo general a un individuo altamente vínculado a la persona mientras que la otra requiere no un individuo sino un ambiente 'tradicional' (es decir, y valga la redundancia, estable). La estabilidad laboral sin duda es un factor importante dentro de la estabilidad emocional y puede en ocasiones contribuir al desarrollo de relaciones personales más satisfactorias.
El párrafo anterior no tiene mucho sentido, si no os habéis dado cuenta volved a leerlo, es una constante repetición de lo mismo y de lo evidente.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio