¿Porqué mueres?

Me encanta viajar. Me abstrae, me deja pensar en lo que me importa realmente. No solo eso sino que, por lo alejado de la vida cotidiana y de la rutina subyacente, permite reflexionar. Tampoco es que viajando tenga yo grandes ideas sobre mi devenir pero es cierto que de un modo u otro me encuentro a mi mismo.

Por supuesto viajar acompañado tiene sus inconvenientes ya que uno de los integrantes siempre prefiere dedicarse a otra actividad, otro monumento, otra zona de la ciudad... Pero siempre acaba negociándose satisfactoriamente y, en el peor de los casos, cada uno por su lado y nos vemos esta noche. En cualquiera de los dos casos, tras una reconciliación ya sea con el compañero o con el hecho de que la jornada ha acabado, se puede mas tarde compartir puntos de vista o en caso de no compartirlos discutirlos. Todo de manera amigable, claro está.

Todo esto para decir que me muero por viajar de nuevo. Quizá vaya a India el verano que viene y, con un poco de suerte, a Islandia también. A todo esto tengo que sumarle nuevos planes, con nuevas amistades, en nuevos y desconocidos lugares...

Pero al fin y al cabo, y en el sentido menos figurado:

me muero por estar con el, por haber estado con el, por haber dejado de estarlo y por tener que estar a buenas con el.

muerte&destrucción